Llevo ya un tiempo viviendo en Lavapiés y de verdad que hay cosas que me siguen sorprendiendo desde que llegué.
He de reconocer que caí aquí por pura casualidad. Me había adentrado un par de veces antes en las fiestas de San Lorenzo en pleno verano madrileño (cuando cateaba en septiembre) y no estuvo mal, bueno, más bien no fue nada especial...bares, copas, mucha mezcla de gentes...
A mi este ambiente se me contagia y me hace hacer cosas que nunca han sido muy típicas en mi. Ayer, por ejemplo, hice una visita a mi zapatero, empezamos hablando del tiempo y acabé siendo yo la que propicié una conversación...Me llama mucho la atención su actitud y su forma de trabajar con los zapatos sucios de los demás. Hace que un trabajo tan poco glamuroso como éste se transforme en el servicio más personalizado, cercano y atento que a mi me han dado nunca.
Yo de mayor quiero ser como él... disfrutar de las pequeñas cosas y hacer de un minúsculo lugar de trabajo un sitio lleno de vida, de tranquilidad y de buen hacer.
Y por esto, y aunque él nunca lo sabrá porque no me pega que lea blogs, esta entrada se la dedico a él.
Una madrileña en el barrio de Lavapiés...
ResponderEliminarMe encanta que saludes a tus vecinos, eres más maja que las pesetas!
aiii me acuerdo de la buena decisión que tomaste con tu casa!!! felicidades por el blog, ya me contarás con más detalle...
ResponderEliminar* por qué no le pasas al zapatero la dire de tu blog? fijo q le hace ilusión, o a algún hijo suyo...
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a mi, lo q mas me gusta de tu barrio, es el indio ese pa cenar... y la sobremesa.... jejejej
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Q bueno es vivir el sitio adecuado verdad?? Para mi eso lo ha sido todo ahora en mi vida, mi entorno es perfecto tb.
ResponderEliminarMe alegro de que seas feliz y sonrias cuanda vayas por la calle, eso es mucho.
Enhorabuena por tu blog!!! Por cierto, ¿en qué calle está tu zapatero?
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